miércoles, 18 de mayo de 2016

VIDA MÍA

CAPÍTULO 1
A veces piensas que algo va a ser eterno, pero eso es imposible.
Tienes algo dentro que te dice 'vive tu vida, no dejes que nadie te la amargue', pero necesitas que algo te guíe en tu vida y sea inspirador, impactante, algo que te haga decir 'hoy es mi día, y todos los demás también'.
Me he acostado con dos chicos, ¿la historia? Un poco rara, pero especial a la vez.
Empecé en el amor con 14 años, obsesionada porque el primero fuera el último y fuera nada más y nada menos que el amor de mi vida, pero eso no fue así. Era feliz, tenía una vida perfecta pero me preocupaba por muchas cosas de la vida, por cosas que todo el mundo consideraría tontas o impropias de una persona tan inteligente y madura como yo. Los casi tres años que estuve con aquél hombre fui muy feliz, fui madurando y nos fuimos conociendo al paso de los años, pero algo dentro de mi no iba bien y yo necesitaba ser lo único amado por él. Bueno, me estoy adelantando, rebobinemos.
Una noche yo estaba jugando con mi preciado hermano cuando él me habló y me dijo que teníamos que hablar. Me dejó. Me dejó triste y sola esperando a que volviera esa felicidad a mi vida, y para poder conseguir algo de esta felicidad, me fui a pasar unos días a la villa de una amiga.
En la primera o la segunda noche de mi estancia allí, aparecieron unos chicos, los amigos de su hermano. Esa noche, nos fuimos todos al sofá a jugar a un juego de cartas que se hacía llamar 'comemierda'. Yo no entendía muy bien el juego así que prefería que me enseñaran o que jugaran por mi y uno de ellos se ofreció a ello. Poco después de cansarnos de ese estúpido juego, nos fuimos a la habitación de los chicos a jugar al parchís, y nos montamos una fiesta de risas hasta las cuatro de la mañana (el mismo chico era el centro de atención ya que sólo sacaba unos en el parchís y cada vez que lo hacia decía la misma forma verbal '¡vamos!').